Cuando comencé esta pequeña aventura, Sergio no llegaba al año y sus siestas eran largas y numerosas. Poco a poco sus siestas se fueron reduciendo y, con ellas, el tiempo para mis labores. Menos de dos años después nació Javi y el tiempo para mis labores desapareció.
Ahora ya son más mayores y empiezo a tener tiempo para mí, vuelvo a bordar poco a poco y hago muchas otras cosas nuevas.

martes, 15 de noviembre de 2016

Nuevo juguete

     Buenos días.

     Cuando me fui a vivir con mi marido, mi madre me regaló una olla programable. Al principio no me pareció interesante, hice una receta (que se me quemó) del libro de recetas que venía con la olla y la guardé en un armario por dos motivos: el primero, no me pareció práctico estar con el libro detrás y, el segundo, las recetas que venían en el libro no me gustaban. 
     Dos años después, cuando nació Sergio, en el taller de lactancia una mamá comentó que se había comprado una olla programable y estaba encantada. Ella ya tenía una Thermomix pero su niña era muy demandante y no le dejaba tiempo para nada. Yo le dije que tenía una guardada en un armario desde hacía dos años y me contestó: "Eso es porque no sabes usarla. Yo hago sofrito casero y lo congelo en fiambreras pequeñas; cuando Carlos (su marido) viene con hambre y no me ha dado tiempo de preparar nada, saco albóndigas del congelador, le añado un recipiente de sofrito y tomate natural triturado, la programo 9 minutos y a comer." Me quedé tan sorprendida que pensé: "Tengo que probar otra vez esa olla pero a mí manera" y eso hice. 
     La saqué y empecé a hacer albóndigas, carne, pasta... Cuando hice lentejas por primera vez con ella había quedado en casa de una amiga para ver una presentación de la Thermomix, probé las lentejas con Thermomix y luego las mías, ni punto de comparación, con la olla tienen ese toque casero que con la Thermomix no tenían, con esta última se quedaban un poco deshechas y el sabor no era el mismo. Hago un inciso para decir que la Thermomix me enamoró pero cada cosa para lo suyo. Así que empecé a hacer de todo con mi olla y con todo digo TODO; llegó un punto en que prácticamente no usaba los fogones.
     Cuando se me estropeó esa, hace dos años, me compré una olla GM que salió de oferta con un periódico. Era muy básica y sabía que no me duraría más de dos años (era la típica promoción que hacían para que la pruebes y a los dos años te compres otra) y, efectivamente, eso es lo que ha durado: dos años.
     Así que aquí estoy, como no podía ser de otra manera, para enseñaros mi nuevo juguete, la olla que me recomendó mi amiga en su momento y que estaba deseando probar: la FussionCook Touch Pro.


     Me llegó el viernes a casa de mi madre (es un regalo suyo) y la recogí el sábado, así que el domingo no pude esperar más y la estrené. ¡Faltaría más! Y, por supuesto, la estrené con una receta que no era del libro de la olla; lo de los libros de recetas de las ollas y yo... Me acordé de una receta que vi en el blog Cómo ser vegano y pensé: "Voy a probar" y fue todo un acierto - la olla y la receta -.


     Cuando hablo de mi olla la gente me suele preguntar si eso es como la Thermomix, si hace lo mismo, etc., así que os voy a explicar un poco qué son estos cacharros. 
     Las ollas programables son ollas que trabajan con o sin presión (según las programes), que tienen diferentes tipos de menú (freir, horno, vapor, etc.) pero sólo hacen eso: cocinar. ¿Donde está la gracia? Pues en que, prácticamente, vuelcas los ingredientes, programas y te olvidas. Las puedes programar por la mañana antes de irte a trabajar y cuando llegues a casa a medio día la comida está como recién hecha y digo "como" porque no la cocina justo antes de que tú llegues sino que la cocina cuando la programas y lo que hace es que mantiene la comida caliente hasta que tú llegas, sin que se queme y sin recalentar, de manera que da la sensación de estar recién hecha. Además, al trabajar a presión cocinan muy rápido, con el consiguiente ahorro de electricidad. 
     Existen muchos modelos en el mercado, algunas las venden en grandes almacenes, incluso las anuncian por la televisión, así que es difícil elegir. Yo elegí esta porque me la recomendó una persona que entiende de estas cosas y me daba confianza pero, si os sirve de ayuda, lo que yo he leído por ahí es que, dentro de las ollas con precios razonables, las mejores son la GM y la FussionCook, por sus materiales y tecnología, características bastante similares en ambas, por lo que he leído - que yo de estas cosas no entiendo -.


     Esto es lo que venía en el embalaje: la olla, un accesorio para hacer yogures y otro para cocinar al vapor. También lleva un cazo, una espátula y un vasito medidor. Si queréis saber más de ella podéis ver sus características aquí.

     El próximo día os pongo la receta (con olla y sin olla) para que la probéis y también os hablaré de los robots de cocina Thermomix y MyCook. Lo prometo.

3 comentarios:

  1. Pues de la forma que hablas ,dan ganas de tenerla Un beso

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  2. Te la recomiendo, yo ya no puedo vivir sin ella. |) Besos.

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  3. Pues gracias por la información pues yo que pensaba que era lo mismo olla programable que termomix... estaré atenta a lo que comentas quizás la proxima olla q compre sea una de esas. Gracias

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